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Visita a la casa de acogida Pepe Bravo

En septiembre pasado, aprovechando que estábamos en Málaga impartiendo el curso zen, nos acercamos a Alozaina, en la Sierra de las Nieves, para visitar a nuestros amigos de la Casa de Acogida Pepe Bravo y así conocer más de cerca su hermosa labor y compartir una tarde de amor y de risas.

Como siempre que vamos con intención de dar, la vida nos sorprende y terminamos recogiendo. Mariló está al frente de un equipo que es puro corazón, iniciativa solidaria e ilusión por construir un mundo más amable. Es lo que han conseguido en su mágica casa, que acoge en un abrazo de paz a quienes necesitan de ese apoyo para salir de situaciones complicadas.

Están de reformas y construyendo una sala de usos múltiples donde se darán conferencias y cursos. Para la Fundación es todo un honor que nos hayan elegido para inaugurar este espacio, llamado Sala de las Mariposas con un curso zen y así poder no solamente ayudarles económicamente, sino con el regalo de la alta vibración que los cursos nos brindan a alumnos, ayudantes y formadores.

Si sentís ayudar a estas personas tan entregadas al servicio con amor, podéis entrar en su WEB para encontrar toda la información. Os invitamos en su nombre a visitarles, a sentirles, porque no hay palabras que describan el cariño que se respira en cada rincón.

Ayudando A Los Angeles Que Ayudan

Ayudando a los ángeles que ayudan

A finales del mes de marzo, impartimos un curso de segundo nivel en Málaga y aprovechamos nuestra estancia en la ciudad para visitar a nuestros amigos de la Asociación Ángeles Malagueños de la Noche, invitados por su fundador, Antonio Menéndez, y el actual presidente, Francis Roldán.

Compartimos una agradable comida y sobremesa con ellos y su maravilloso equipo de voluntarios, a quienes hicimos resets. Nos hicieron partícipes de las dificultades económicas que estaban atravesando para poder dar de comer a más de 800 familias cada mes, y la Fundación decidió realizar una aportación para que su labor de entrega y amor siguiera adelante sin contratiempos.

Suzanne había conocido a Antonio hace muchos años, al pasar por casualidad frente al camión donde comenzó su labor altruista repartiendo bocadillos a gente de la calle. Nos da mucha felicidad hacer podido continuar con la generosa aportación que nuestra fundadora siempre hacía a la asociación cuando viajaba a Málaga para impartir los cursos zen.